Las Bocas de Incendio Equipadas (BIE) son dispositivos esenciales para la protección contra incendios en edificios y áreas industriales, reguladas por la normativa europea y, en particular, por el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) en España. Estas mangueras son de uso manual y permiten una intervención rápida en caso de incendio antes de la llegada de los equipos profesionales. Su diseño permite la extinción de fuegos de tipo A (materiales sólidos combustibles).
Normativa Europea y Española (RIPCI)
Según la normativa europea (EN 671-1), las BIE deben estar compuestas por un carrete, una manguera semirrígida o plana, y una lanza de tres posiciones (chorro, pulverización y cierre). En el ámbito español, el RIPCI (RD 513/2017) establece que las BIE deben instalarse en edificios industriales, comerciales, públicos, y residenciales que superen los límites de ocupación establecidos, asegurando su accesibilidad y visibilidad. Se deben ubicar en zonas comunes, cerca de salidas de evacuación, en pasillos o escaleras, garantizando que la distancia máxima a recorrer hasta una BIE no supere los 25 metros.
Casos de Instalación
El RIPCI establece que las BIE deben instalarse en edificios de uso industrial con una superficie superior a los 2000 m² y en locales comerciales con más de 1000 m². Además, son obligatorias en garajes de más de 500 m². Los hospitales, centros educativos y oficinas de gran tamaño también deben contar con BIE instaladas en áreas estratégicas para garantizar una respuesta eficiente.
Mantenimiento
El mantenimiento de las BIE es crucial y está regulado en el RIPCI, que exige revisiones trimestrales para comprobar su operatividad, y revisiones anuales completas que incluyan la comprobación de la presión, la integridad de la manguera y el correcto funcionamiento de la lanza. Cada cinco años, se debe realizar una prueba hidráulica para asegurar la presión máxima de trabajo.