La sectorización contra incendios es una medida crítica en la ingeniería de seguridad contra incendios, diseñada para limitar la propagación de fuego y humo en edificios, proporcionando compartimentación interna. Este enfoque es esencial para proteger vidas humanas, reducir daños materiales y facilitar las operaciones de extinción.
La base normativa europea para la sectorización contra incendios se encuentra en el Reglamento (UE) No 305/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, también conocido como Reglamento de Productos de Construcción (CPR), y las normas armonizadas bajo el Comité Europeo de Normalización (CEN). La norma EN 13501-2:2016 «Clasificación en función del comportamiento frente al fuego de productos de construcción y elementos para la edificación» proporciona los criterios para la resistencia al fuego de elementos constructivos, esenciales para la sectorización.
El principio subyacente de la sectorización contra incendios es crear compartimentos estancos que restrinjan el avance del fuego durante un periodo determinado, especificado por la clasificación de resistencia al fuego (por ejemplo, EI 30, EI 60). Esto se logra mediante el uso de materiales y técnicas de construcción que cumplen con los requisitos de integridad y aislamiento térmico, evaluados conforme a las pruebas normalizadas (EN 1364, EN 1365).
Legalmente, la Directiva 2010/31/UE sobre la eficiencia energética de los edificios también influye en la seguridad contra incendios, dado que la implementación de soluciones energéticamente eficientes debe integrarse con medidas de protección contra incendios. Además, los estados miembros deben transponer estas directivas y normativas en sus legislaciones nacionales, resultando en variaciones locales en los códigos de edificación, pero siempre alineados con los principios establecidos a nivel europeo.
La conformidad con estas normativas no solo asegura la seguridad de los ocupantes y la protección de bienes, sino que también es un requisito legal para la construcción y operación de edificios. El incumplimiento puede resultar en sanciones significativas y responsabilidades civiles o penales. Por tanto, la sectorización contra incendios, respaldada por una robusta base legal y normativa, es una práctica indispensable en la planificación y construcción de edificaciones dentro del ámbito europeo.