Los extintores de dióxido de carbono (CO₂), comúnmente denominados de nieve carbónica, son dispositivos de extinción diseñados para combatir incendios de clase B (líquidos inflamables) y clase C (equipos eléctricos energizados). El agente extintor es dióxido de carbono comprimido a alta presión, el cual se libera en forma de gas con efecto de “nieve” al contacto con la atmósfera, debido a la rápida expansión y enfriamiento.

Entre sus propiedades técnicas más relevantes, destaca su capacidad de sofocación por desplazamiento del oxígeno en la atmósfera circundante. Al ser un gas inerte, el CO₂ no conduce la electricidad, lo que lo convierte en la opción preferida para la extinción de incendios en instalaciones eléctricas y electrónicas sensibles. La descarga del agente también provoca un fuerte enfriamiento (hasta -78 °C), que ayuda a reducir la temperatura del material en combustión, aunque no proporciona un efecto de enfriamiento sostenido como el agua.

Los extintores de CO₂ no dejan residuos, lo cual es una ventaja significativa en entornos donde la limpieza posterior representa un problema (como centros de datos, laboratorios, salas de control y cocinas industriales). Sin embargo, su uso en espacios cerrados requiere precaución, ya que el desplazamiento de oxígeno puede suponer un riesgo de asfixia.

Desde el punto de vista normativo, la fabricación, comercialización e inspección de extintores de CO₂ en la Unión Europea está regulada principalmente por el Reglamento (UE) 2016/426 sobre aparatos que queman combustibles gaseosos, en combinación con la Directiva 2014/68/UE sobre equipos a presión (PED), debido a la naturaleza del gas comprimido. Además, deben cumplir con la norma armonizada UNE-EN 3-7:2004+A1:2007, que establece los requisitos de construcción, desempeño y métodos de ensayo para extintores portátiles.

En cuanto al mantenimiento y revisión periódica, se aplica el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios (RIPCI), aprobado por el Real Decreto 513/2017, que establece las obligaciones para empresas mantenedoras y usuarios en lo relativo a inspecciones, pruebas de presión, recargas y caducidades.

En resumen, los extintores de nieve carbónica son herramientas especializadas de alta eficacia para riesgos específicos, reguladas bajo estrictas normas técnicas y de seguridad dentro del marco legal europeo, lo que garantiza su correcta aplicación y funcionamiento en situaciones críticas.

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