Los extintores de polvo tipo D, según la normativa europea y española, específicamente el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI, Real Decreto 513/2017), están diseñados para combatir incendios de clase D, que implican metales combustibles como magnesio, titanio, potasio o sodio. Este tipo de incendios presentan características únicas, como altas temperaturas y reacciones violentas al contacto con agua u otros agentes extintores convencionales, lo que hace imprescindible el uso de agentes especializados como el polvo tipo D.
Instalación de extintores de polvo tipo D
El RIPCI establece que la selección y distribución de los extintores debe ajustarse al riesgo específico del lugar y a lo indicado en las normativas complementarias, como la norma UNE-EN 3. Los extintores de polvo tipo D son obligatorios en instalaciones donde exista almacenamiento, manipulación o uso de metales combustibles. Esto incluye industrias metalúrgicas, laboratorios, talleres de mecanizado y otras actividades donde dichos materiales puedan generar un riesgo de incendio.
Su ubicación debe garantizar un acceso rápido y seguro, respetando los criterios generales de los extintores portátiles: estar visibles, accesibles y protegidos contra condiciones que puedan dañarlos.
Mantenimiento periódico
El mantenimiento de los extintores de polvo tipo D está regulado por el RIPCI y la norma UNE 23120. Este mantenimiento incluye:
- Revisiones trimestrales internas por el usuario, verificando el estado exterior, accesibilidad y presión.
- Mantenimiento anual por una empresa autorizada, que incluye inspección de componentes, verificación del peso del agente extintor y funcionalidad.
- Retimbrado cada 5 años, para asegurar la integridad del recipiente y cumplimiento de los requisitos legales.
- Recarga obligatoria después de cada uso o pérdida de presión.
Cumplir con estas normativas garantiza la eficacia del equipo y la seguridad en instalaciones con riesgos de incendios de clase D.